Cerrar un ciclo es soltar

Cómo dice, Cerati “Poder decir adiós es crecer”.

Gran parte de las canciones que escuchamos y cantamos, están hechas para alimentar nuestras sombras y así conectar con todas esas disfuncionalidades que no están sanadas en nosotros mismos. Para que, a través de cada letra cantada, proyectemos nuestras relaciones y de esa manera nos hagamos creer que aún no podemos terminar con ellas.

Como se ha mencionado en múltiples ocasiones, se sabe que todos los seres humanos nos definimos a través de dos polaridades, con las que percibimos un mundo bueno y otro malo. Porque desde principios de la humanidad el ser humano creó esas percepciones como métodos de supervivencia con base en las experiencias que vivió.

Cuando estas situaciones no eran del todo gratas, la mente las almacenó en memorias y en ellas adhirió una emoción que le permitía adaptarse a la situación y así describirla, es decir ponerla en palabras. En ese proceso adaptativo se aferró a la situación emocional que le hizo creer que sólo a través de ella, podía existir su presencia; esa percepción le alejó de la realidad y le hizo generar ciclos repetitivos que lo llevaron a crear los mismos entornos una y otra vez.

Los seres humanos, por naturaleza, somos sobrevivientes, la humanidad ha resistido a plagas, guerras, desastres naturales. Tragedias, injusticias, golpes de Estado, esclavitud, entre otros. A pesar de que hemos atravesado muchas experiencias a nivel colectivo, seguimos con esa conciencia de lucha porque no hemos aprendido la forma para cerrar ciclos de abuso y en esa falta de cierre estamos repitiendo los mismos patrones de formas diferentes.

¿Por qué es tan difícil cerrar ciclos?

Percibirnos fuera de nuestra zona de confort no es parte del plan de supervivencia, por eso postergamos el final de las situaciones y alargamos ese adiós. A las personas con quienes ya no hay contribución desde un plano consciente, cuando en realidad nos da miedo dejar de visualizarnos en ese lugar y en ausencia de él o ella, porque es tanto el temor a ese reconocimiento que nos apegamos a estados emocionales desafiantes con tal de no soltar aquello que creemos que es lo único que nos describe como personas.

¿La gente cambia?

En repetidas ocasiones he escuchado decir que las personas no cambian. Pero ¿es verdad que no cambian? No es que no lo hagan, es que no lo quieren hacer. Y es que tú no quieres cambiar y prefieres percibir al otro como él o la causante de que todo terminó. Y por eso depósitos en el o en ella la culpa en una historia en la que tú también fuiste participante. Por eso prefieres quedarte a justificar una relación que se quedó en el pasado porque ninguno de los 2 permitió qué se transformará en lo que estaba destinada a hacer, es decir, en su rompimiento y aunque quizás físicamente no estén juntos, ahora tu mente y tus emociones siguen atadas a las expectativas que tenías en relación con él o ella.

Quiero decirte que todos los días cambias por qué tus gustos y necesidades maduran.
Con el paso del tiempo cuándo vas a dormir lo haces con una persona y al despertar estás con otra porque, aunque tú no lo sepas estás cambiando sin darte cuenta ahora imagina aquella persona con quien compartes la cama es alguien totalmente desconocido a quien le has vaciado todo de TI, pero el proceso de su relación inevitablemente ha cambiado o quizá ya esté terminando, porque te estás dando cuenta que a tu lado ya no está la persona de la cual te enamoraste. Sino un ser humano que se está convirtiendo en un extraño para ti.

¿Porqué es importante cerrar ciclos?

Nuestra conciencia es cíclica porque nuestro  objetivo principal es de evolucionar a través de los estados más puros como el amor, la paz, la felicidad, la integración y la empatía. Sin embargo, cuando nos impedimos ir al siguiente paso. Estamos privando la naturaleza de nuestra conciencia y la dejamos estancada en él tormentoso por qué. Déjame decirte que preguntar porque es querer controlar una situación a través de la no aceptación del resultado y en ese estado obstaculizamos el espacio de las cosas nuevas que puedan ocupar ese lugar.

Las relaciones que tenemos, funcionan como un servicio. Esto significa que sirven a tu vida para un propósito específico y todo lo que sucedió en cada una de ellas te está enseñando a que aprendas a soltar y a reconciliarte contigo mismo, porque el dolor que sientes no es porque todo se acabará, sino porque dejaste de encajar en ese lugar. Y eso te duele porque crees que algo está mal en TI porque prefieres cargar con la culpa en lugar de cerrar la puerta y continuar.

Necesito saber que cerrar ciclos de una decisión que necesariamente te llevará a una acción que impactará en un resultado. Aunque a veces no involucra a los demás. Si este es tu caso, date la oportunidad de vivir el duelo de la pérdida que sientes sin esconderte detrás de esos decretos, hechos o canciones en los que te dices y te ves envuelto todos los días, no puedo estar sin él. Me muero si no estás conmigo. Es un castigo dejarte atrás. Lo que en verdad estás haciendo es castigarte a ti mismo a través de la dependencia y eso te impedirá que perdones. Lo que ya no existe y no es justo que tu vida sea manifestada a través de la inexistencia. Porque si estás aquí, es para algo, para existir.

Los ciclos que necesitamos cerrar no se determinan un período de tiempo, así que no necesitas esperar años para decir adiós o meses para empezar algo, despedirse de un gran paso al crecimiento y recuerdo que todos los días abres nuevos ciclos con el trabajo, familia, amigos y pareja. ¿Pero cuáles y cuántos de ellos estás dispuesto a cerrar? Haz frente a tus emociones y trabaja con ellas porque no escuchar tu tristeza te encaminará al resentimiento. Esto te aventara al enojo y finalmente te abandonara en la IRA. Perdónate por el dolor causante y el dolor causado. ¿Por qué no perdonarte a ti mismo? ¿Es quedarte en un pasado imposible de cambiar?

En el lugar en el que estás, es en el que la vida te necesita para que aprendas a concluir y seguir adelante. Deja de martirizarte con pensamientos, cómo ¿por qué no estoy en el trabajo?  ¿por qué perdí mi hogar? ¿por qué terminé esa relación?, tienes que ser consciente de que los demás no nos aman per se, si no, aman como se ven a sí mismos a través de nosotros, así que permítete la oportunidad de abrir un nuevo ciclo en donde encuentres situaciones o personas que se aman a sí mismas con tal devoción y aceptación que se sientan con el favor y fortuna de también amarte de una manera apasionada.

Pero si decides quedarte y no empezar de nuevo, por la desconfianza que sientes, al no saber qué viene para ti, te quedarás deseando los cambios que nunca ocurrieron porque tuviste miedo de dejar ir aquello que solo te causó daño y entonces perderás una gran oportunidad.